martes, 25 de marzo de 2014

La actual coyuntura y las tareas del pueblo socialista.

Por Carlos Rodriguez.
En Venezuela desde el 12 de febrero del 2014 la derecha se ha planteado combinar distintas formas de acción política (legal, ilegal, clandestina y paramilitar) con el propósito de sacar del poder al Presidente Obrero Nicolás Maduro y con ello despojar al pueblo del Legado dejado por el  comandante supremo de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez. La derecha viene de sendas derrotas en el marco de lo político electoral, primero la derrota en las elecciones de gobernadores, donde las fuerzas Revolucionarias obtienen una victoria en 20 de los 23 estado del país, esta victoria se logra con el Comandante Chávez enfermo. Luego se vienen las elecciones presidenciales rápidamente despues de la partida física de Chávez el 5 de Marzo del 2013, donde obtiene la victoria Nicolás Maduro con un pequeño pero significativo margen tomando en cuenta que fueron las primeras elecciones sin el líder principal del proceso. Este panorama sirve como excusa al candidato perdedor Capriles Radonski que llamo a sus sequitos a “descargar su arrechera” en las calles como método para descocer los resultados del momento, pero una vez más la mayoría del pueblo bolivariano se expreso, esta vez no en las urnas electorales sino en las calles en defensa de los logros alcanzados y de las ideas socialistas enarboladas por el Comandante Chavez. Esto trajo como resultado confrontaciones directas a nivel nacional que arrojo saldos lamentables, con la pérdida de vidas de camaradas revolucionarios. La tercera gran derrota se desarrolla en las elecciones municipales, donde nuevamente la revolución obtiene una victoria contundente en la mayoría de las alcaldías y conquista una buena parte de las más importantes.
Luego de esto el panorama que se avizoraba era la posibilidad real de avanzar en la construcción socialista desde abajo, centrando la política en el hecho concreto del desarrollo de la producción, de la conciencia y en la construcción de unas nuevas relaciones sociales, dejando de lado la política electoral que había marcado la revolución bolivariana hasta el momento y asumiendo que la derecha venezolana entraría en un proceso interno de crítica y de rectificación de su política, a fin de preparar el terreno para la próxima contienda electoral, fuimos ingenuos, la derecha no se conformo con todas esas derrotas y se plantea ahora otro método, “La Guarimba” pero con nuevos ingredientes, le suman a esto “El paramilitarismo” impulsado desde la derecha colombiana más rancia como lo es “el uribismo” que posee profundas relaciones con los principales actores de la desestabilización en Venezuela como lo son Leopoldo Lopez y Maria Corina Machado, ambos porta voces del ala más extremista y reaccionaria de la burguesía nacional e internacional. Es importante señalar que estas acciones se dan en el marco de una profunda guerra económica marcada por el  sabotaje, contrabando, acaparamiento, especulación e intoxicación ideológica impulsada por la fórmula central del capital “Maximización de las Ganancias”
Venezuela es un referente mundial de revolución, por lo tanto es objetivo clave del imperialismo y del modelo cultural Hegemónico, no solo por ser la reserva energética más grande del mundo sino por lo que significa en el imaginario colectivo de los y las trabajadoras. Por ende el pueblo venezolano debe asumir el papel histórico que nos ha tocado, que es mantener alzadas las ideas del Socialismo Científico y Bolivariano.
Nuestro proceso tiene un programa político, El Plan de la Patria, con el cual el 7 de octubre se logra la victoria y la aprobación de la mayoría del pueblo venezolano, he allí la carta de navegación que debemos asumir así como el discurso plantado como “el golpe de timón” donde se plantea La Comuna como elemento integrador de la táctica y la estrategia revolucionaria.
Frente a esto, sin perder la perspectiva estratégica de la revolución nuestras tareas concretas deben ser:

·         Lograr la Superioridad Moral: Hay que trabajar en obtener éxitos diarios en cada lucha que desarrolle el pueblo, para evitar caer en desgaste de fuerzas, es decir conquistar espacios de paz bajo el control del pueblo, acabando con guarimbas y focos de desestabilización reaccionarios, esto teniendo en cuenta los aportes del camarada Lenin con respecto al empleo estratégico de la fuerza.

·         Movilización y organización popular: es clave en todas estas coyunturas de agudización de contradicciones y de profundización de la lucha de clases la mejora de los niveles de organización y movilización de nuestro pueblo, un pueblo organizado y movilizado adquiere importantes niveles de conciencia lo cual lo hace más fuerte y difícil de derrotar. Nos corresponde desarrollar una estructura acorde por cuadra, calle y sector para garantizar el control del territorio, implementar movilizaciones y actividades de masas que posibiliten mantener en el imaginario colectivo las ideas del socialismo y la actitud que debe asumir el pueblo en esta coyuntura, así como romper el cerco mediático y la intoxicación ideológica presente en la sociedad venezolana.

·         Retomar la ofensiva: como diría el Camarada Stalin “la defensiva es la muerte de la insurrección” por ende ese es el terreno al que hay que llevar a la derecha. La revolución debe tomar la iniciativa política, es decir la ofensiva, con actividades incluyentes que permitan reforzar vínculos y relaciones entre el pueblo, que generen un reconocimiento colectivo de lucha, que engrane los distintos sectores que confluyen en un territorio especifico. No podemos esperar a que los reductos de derecha tomen una calle y monten su guarimba, no podemos esperar a que acumulen fuerzas suficientes para trancar calles y tomar la iniciativa, por el contrario el pueblo organizado debe madrugarlos y picar adelante para mantener tanto el control territorial como la hegemonía política.

·         Profundizar la construcción de la comuna: todas estas acciones deben y tienen que tributar a la construcción de la comuna como germen del nuevo poder, como epicentro político del desarrollo del poder popular, planteándose como tareas estratégicas urgentes, la construcción de un nuevo modelo productivo centrado en la satisfacción de necesidades, basado en nuevas formas de relacionarnos enmarcados en los valores como la solidaridad, la ayuda mutua, la complementariedad, la justicia y el amor.
“¡hoy tenemos Patria! Y pase lo que pase en cualquier circunstancia seguiremos teniendo Patria, Patria perpetua -dijo Borges- Patria para siempre, Patria para nuestros hijos, Patria para nuestras hijas, Patria, Patria, la Patria. Patriotas de Venezuela, hombres y mujeres: Rodilla en tierra, unidad, unidad, unidad de los patriotas. No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades -del tamaño que fueren- la respuesta de todos y de todas los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria.”
Hugo Chavez

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