1. Hay dos métodos
que los comunistas debemos aplicar en todo trabajo que realicemos: uno es
combinar lo general con lo particular, y el otro, ligar la dirección con las
masas.
2. Ante cualquier
tarea, si no se hace un llamamiento general, es imposible movilizar a las
amplias masas para la acción. Sin embargo, si los dirigentes se quedan en el
llamamiento general no se ocupan concreta y directamente de la ejecución cabal,
en algunas organizaciones, del trabajo que llaman a realizar, para abrir una
brecha en un punto dado, adquirir allí experiencia y luego orientar con ella a
las demás entidades --, no podrán comprobar si es justo ese llamamiento ni
enriquecer su contenido, con lo que dicho llamamiento correrá el peligro de
quedar en letra muerta. Por ejemplo, durante la campaña de rectificación en
1942, hubo éxitos allí donde se empleó el método de combinar el llamamiento
general con la orientación particular, y no los hubo donde no se aplicó este
método. En la campaña de rectificación en 1943, todos los burós y subburós del
Comité Central y los comités regionales y de prefectura del Partido, además de
lanzar un llamamiento general (plan anual de la campaña), deben hacer lo
siguiente a fin de adquirir experiencia: elegir dos o tres lugares (no muchos),
sean departamentos de su propio organismo o entidades oficiales, escuelas o
unidades militares cercanas; realizar en ellos un estudio en profundidad para
conocer detalladamente el desarrollo de la campaña de rectificación allí y para
conocer minuciosamente el pasado político, características ideológicas,
aplicación en el estudio y diligencia en el trabajo de algunos miembros
representativos (no muchos tampoco) de su personal, y además, orientar
personalmente a los responsables de estos lugares en la solución concreta de
los problemas prácticos. Como cada entidad oficial, escuela y unidad militar
tiene también varias secciones, sus dirigentes deben proceder de igual manera.
Este es además un método que permite a los dirigentes aprender y dirigir al
mismo tiempo. Ningún dirigente sabrá dar orientación general al conjunto de las
entidades a su cargo, a menos que obtenga experiencia concreta en cuanto a
individuos y asuntos determinados de entidades subordinadas específicas. Este
método debe ser generalizado para que los cuadros dirigentes de todos los
niveles aprendan a aplicarlo.