Los más de 18 mil hechos violentos registrados desde febrero de este año hasta nuestros días han dejado un saldo de 40 compatriotas fallecidos, pérdidas económicas por el orden de 15 mil millones de dólares e incuantificables daños al medio ambiente y salud pública.
Al descartar la posibilidad de tomar al corto plazo el poder mediante vías democráticas o electorales, luego del triunfo de la Revolución por más de 10 puntos porcentuales en las regionales de diciembre del año pasado, recurrieron al “plan B”: La violencia.
Así luego grupos más radicales de la derecha venezolana dejaron ver su rostro más antidemocrático mediante la ejecución de numerosos hechos delictivos y vandálicos, entre ellos, el ataque a la Fiscalía General de la República, quema de centros de salud, escuelas, universidades y sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).