Durante
los últimos meses, en las filas bolivarianas se aprecia un fuerte debate
público en torno al III Congreso del partido, que en ocasiones pareciera
fratricida. Quienes concurren a este intercambio lo hacen con intenciones
diversas. Algunos critican de buena voluntad, otros lo hacen por oportunismo.
Junto a críticas y argumentos profundos, encontramos posiciones cargadas de
sectarismo, subjetivismo, dogmatismo y hasta prepotencia. Pareciera que el
objetivo del Congreso es contribuir a fracturar el chavismo en lugar de
convocar a la unidad de los revolucionarios en la nueva etapa del proceso
bolivariano. Mientras tanto, la derecha nacional e internacional hace un
verdadero festín con las contradicciones que los revolucionarios hacen
públicas. Observemos los hechos.
No
cabe duda de que la carta de Jorge Giordani, la misiva escrita por Héctor
Navarro y las manifestaciones en solidaridad con los ex ministros expresadas
por Ana Elisa Osorio, Víctor Álvarez y Freddy Bernal contribuyeron a agudizar
las contradicciones internas del chavismo. Me permito resumir los principales señalamientos
contenidos en estos documentos e intervenciones:
- La
denuncia de que existen empresas fantasmas a través de las cuales se fugaron
del país más de 20 mil millones de dólares indebidamente otorgados por CADIVI y
de que el control de cambio en el país
ha estado permanentemente rodeado de hechos de corrupción.
- La
supuesta presencia de un equipo de asesores franceses del Gobierno nacional en
materia económica.
- La
presunta quiebra de una gran cantidad de empresas nacionalizadas.
- La
ausencia de espacios para el debate interno.
Apuntemos,
a propósito, que los cuestionamientos de este tipo al Gobierno nacional vienen
formulándose con relativa intensidad desde principios de marzo, cuando, en
medio de los ataques terroristas asociados a “la Salida”, Roland Denis
manifestaba que había que “mandar pal´carajo a Maduro”.
Asimismo,
Toby Valderrama ha barruntado que la Revolución ha sido traicionada por una socialdemocracia
“pequeñoburguesa” que se ha hecho con el poder y nos lleva “de regreso al
capitalismo”. Según asegura, algunos miembros de la dirección política del Gobierno
han hablado del “fusilamiento de Giordani y de Navarro” y de que “existe una
evidente persecución a los disidentes”.
En
un ejercicio especulativo de bajo vuelo, Nícmer Evans ha lanzado una conjetura:
“el PSUV se va a dividir, aunque el chavismo no”. Por su parte, la organización
Marea Socialista ha convocado una “conferencia nacional abierta” paralela al
congreso del partido, con un claro llamado a desentenderse de la dirección
política, a la que califica de “casta”.
En
esta coyuntura, la dirección nacional del PSUV ha llamado traidores a
semejantes “guerreros del teclado” y ha anunciado medidas disciplinarias contra
Navarro, mientras “le da la bienvenida a la crítica dentro de la Revolución” y
convoca al pueblo “a la máxima lealtad”.
Mientras
esto sucede, los medios de comunicación al servicio de la oligarquía y los dirigentes
opositores —derrotados en la calle y en la mesa de diálogo—, se han empeñado en
confundir al pueblo y en debilitar su confianza en el proceso revolucionario; y
han sido los más generosos propagandistas de las disputas fratricidas de los
dirigentes bolivarianos. Cito algunos titulares de los medios de comunicación
de la burguesía:
Prensa internacional:
- “Guerras
intestinas minan el futuro del chavismo” (Nuevo Herald)
- “Divergencias
entre chavistas tras destitución de ministro Giordani” (AFP)
- “Giordani,
el cerebro planificador del chavismo, sale del gobierno con polémica carta”
(BBC Mundo)
- “Tormentas
en el chavismo: crecen las luchas internas por el poder y la economía” (La
Nación Argentina)
- “Trapos
rojos al aire libre” (El comercio Peru)
Prensa nacional:
- “Dentro
del PSUV hay una guerra clandestina entre dos bandos, dice el Nuevo Herald”
(Noticiero Digital)
- “En
el III Congreso del Psuv se verá si se imponen los ‘pragmáticos’ o los
‘ortodoxos’” (Tal Cual)
- “Maduro
quiere dejar a Diosdado fuera del juego” (El Universal)
- “Cruje
el PSUV por críticas internas” (Tal Cual)
- “Insurgencia
silenciosa signa camino al III congreso del PSUV” (El Nacional)
- “Venezuela:
¿Titanic bolivariano?” (El Universal)
- “Muro
de silencio se resquebrajó con Giordani” (El Nacional)
- “Mientras
Maduro habla, Giordani escribe” (El Universal)
- “De maestro a traidor” (Quinto Día)
- “La
división del chavismo” (Nuevo País)
- “No
era solo Giordani, era Chávez” (Tal Cual)
- “Corrupción
aviva de nuevo Congreso del Psuv” (Tal Cual)
¿Haremos
coro, quienes nos llamamos revolucionarios, a esta prensa oligárquica y pro
imperialista? ¿Son sus páginas el espacio apropiado para lanzar diatribas
contra la dirección del proceso revolucionario? ¿Será que la forma en que se está
produciendo el debate contribuye al fortalecimiento de la Revolución? ¿Ayudan
acaso a alcanzar un consenso entre revolucionarios de cara a la nueva etapa que
dio inicio con la pérdida física del Comandante Chávez?
En
este punto cabe que nos preguntemos: ¿qué nos convoca al III congreso del PSUV?,
¿cuál es la finalidad profunda de la crítica y el debate interno entre los
revolucionarios bolivarianos? El único sentido que el debate y la crítica pueden
tener en el III Congreso del partido de Chávez, es contribuir a la unidad de
los revolucionarios y al fortalecimiento de su capacidad de combate. El
imperialismo y la oligarquía son los enemigos. Nuestra genuina responsabilidad
ante la historia es evitar que el Congreso se convierta en una arena de combate
entre revolucionarios, entre quienes adversan o apoyan a unos u otros
dirigentes y líderes de opinión o se piensan a sí mismos como apoderados de la
verdad. El objetivo de nuestro cónclave partidista ha de ser cohesionar a la
militancia y al pueblo en torno al legado del Comandante Chávez y al nuevo
liderazgo del proceso revolucionario, de cara a los nuevos retos políticos,
económicos y sociales de la Revolución bolivariana.
Si
el Congreso se diluyera en disputas personalistas, en elucubraciones librescas y
autocríticas oportunistas, sin contribuir a la unidad y sin definir con
claridad las tareas del partido y de la Revolución en la nueva etapa, entonces
realmente habríamos traicionado al Comandante Chávez quien nos dijo para todos
los tiempos: “Patriotas de Venezuela, rodilla en tierra, Unidad, Unidad,
Unidad, esa debe ser nuestra divisa”.
@Kurare27
Guerrillero66@hotmail.com
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